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CARISMA BUEN PASTOR

 

"EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS"  

(Juan 10)

Dios misericordioso y el Buen Pastor son para nuestras Comunidades formativas-hermanas/laicos-, el camino, la verdad, la vida y la luz  que indica la ruta de nuestro Carisma y  Misión. 


La presencia del Buen Pastor la encontramos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento específicamente en Ezequiel (34.1-13), en el Evangelio de San Lucas (15,1-7) y de San Juan (10,1-30). En el Antiguo Testamento, Yavé, Dios Padre, a través de su profeta Ezequiel invita a los pastores de Israel (Reyes y Jefes) a ser verdaderos pastores de su pueblo, a ellos les dice “¿acaso el pastor no tiene que preocuparse del rebaño?, ¿No deberían los pastores dar de comer al rebaño? No han fortalecido a la débil ni han atendido a la enferma, ni vendado sus heridas. No han atendido al rebaño a la oveja apartada ni buscado a la perdida”

En este relato y en los del Nuevo Testamento, Dios nos presenta al verdadero Pastor.  En el Evangelio, Jesús conocedor del Profeta Ezequiel, anuncia a pecadores y publicanos la Parábola de la Oveja Perdida. Ambas fuentes nos indican que Dios ha venido a vivir con nosotros en nuestros hogares y escuelas y en cada rincón de la tierra. Nos llama a una Vocación y a una Misión que es la de amar al prójimo. Este profundo amor a Dios y al prójimo es recogido en distintas épocas y de manera muy especial por SAN JUAN EUDES, padre espiritual de la Congregación del Buen Pastor y por Rosa Virginia Pelletier-SANTA MARÍA EUFRASIA, su fundadora; ambos desarrollan una vida dedicada fundamentalmente a rehabilitar moral y espiritualmente a la mujer profundizando aquel rasgo especial de Jesús Buen Pastor, el de la Misericordia, fundamento del carisma de la Congregación.

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