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APOSTÓLICAS

Jesús Buen Pastor nos llama, consagra y envía a anunciar el mensaje de reconciliación a través de un ministerio de caridad y evangelización, dirigido a las personas heridas por el pecado y sus consecuencias. Nuestra orientación específica tiene por fin a las jóvenes y mujeres, cuya condición de vida clama por la sanación y salvación que sólo Jesús puede dar. Dado que el bienestar de la persona está íntimamente ligado al de la familia, nos esforzamos por servirlas en su contexto familiar y en la sociedad en la cual viven.

Nuestro compromiso con la reconciliación, nos exige que promovamos la justicia y la paz, en un mundo perturbado por el pecado y el conflicto. En nuestro ministerio, colaboramos con los esfuerzos que se realizan para cambiar todo aquello que condena a los demás a una vida marginada. Este testimonio de justicia debe poseer aquellas características de amor misericordioso, que son la esencia del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia.

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